TECNOLOGIA - MEDICA
Científicos de Estados Unidos dieron un importante paso hacia la cura de la diabetes, al demostrar que células del bazo pueden ser transformadas en productoras de insulina
Los especialistas lograron detener e incluso revertir la enfermedad en ratones.
La investigación ofrece una esperanza a las personas que sufren de diabetes tipo 1, es decir, aquellos pacientes que necesitan inyecciones de insulina para sobrevivir.
El equipo del Hospital General de Massachusetts, que presentó su informe este viernes, en coincidencia con el Día Mundial de la Diabetes, espera comenzar pronto los estudios en seres humanos. Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina, la sustancia necesaria para convertir la glucosa en "combustible", normalmente segregada por islotes de células en el páncreas.
En los diabéticos, esos islotes suelen ser destruidos por el propio sistema inmunológico. Como consecuencia, el nivel de glucosa en el organismo sube a niveles peligrosos.
Los científicos estadounidenses ya habían comprobado que, al inyectar a ratones diabéticos células de bazo de roedores sanos, podían "reeducar" su sistema inmunológico para que aceptaran un trasplante celular.
Pero, inesperadamente, los especimenes comenzaron a producir por sí mismos células que segregaban insulina. Los investigadores observaron que ello sólo ocurría si a los ratones se les inyectaba determinado tipo de células de bazo.
Éstas se distinguían porque carecían de una molécula llamada CD45. Hasta ahora se creía que era imposible regenerar los islotes productores de insulina. Pero los investigadores estadounidenses concluyeron que eso es factible.
Para alejar toda duda trataron de confirmar los resultados: repitieron el mismo tratamiento en ratones hembras con diabetes, inyectándoles células de machos sanos, y volvieron a tener éxito. Denis Faustman, director del laboratorio de inmunobiología del Hospital General de Massachusetts, afirmó: "Las células sin el CD45 actúan como precursoras de los islotes pancreáticos".
"Tienen una función distintiva, que hasta el momento no había sido identificada en el bazo". David Nathan, titular del Centro de Diabetes del mismo centro médico, añadió: "Este descubrimiento sugiere que, en las personas que están desarrollando la enfermedad, se puede evitar que el organismo siga destruyendo las células productoras de insulina".
lunes, noviembre 17, 2003
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