jueves, enero 09, 2003

10 Recomendaciones de estudio dadas por la Gestalt
1. Estudia en pequeñas y frecuentes sesiones.
A sido probado que pequeños brotes de concentración repetidos frecuentemente son mucho más efectivos que una larga sesión de estudio. Por eso, incluso si sólo tienes 10 minutos.
El objetivo es estudiar 10 minutos, tomar un descanso y luego volver a estudiar otros 10 minutos. Este acercamiento de “Aprendizaje Distribuído” es muy eficiente porque honra la manera en la que al cerebro le gusta trabajar. El cerebro necesita tiempo de recuperación y de recarga para la “síntesis de proteínas”. Los tiempos de descanso son cuando el cerebro aprovecha para asimilar tu esfuerzo. Esta técnica es muy poderosa y, sin embargo, muchos profesores no la conocen.
Sentarse y estudiar por horas y horas no sólo es aburrido, sino que crea fatiga, estrés y distracción.
2. Toma unos días de descanso sin culpa.
Éste sigue los mismos principios que el de arriba, pero en un ciclo de tiempo diario más largo. La razón de descansar es precisamente para refrescarse a uno mismo. Aunque si tienes culpa (“yo debería de estar estudiando”) entonces tu apreciado periodo de descanso ha sido utilizado para crear más estrés. El cerebro no va a absorber nueva información si está estresado. En los días que no necesitas estudiar, realmente disfruta de ti y no te sientas mal por no estudiar.
3. Honra tu estado emocional.
No estudies si estás cansado, enojado, distraído, o en prisas. Cuando el cerebro está relajado, es cuando se vuelve como una esponja y naturalmente absorbe la información sin ningún tipo de esfuerzo. (¿cuantos veces no les cuentas a tus amigos lo que sucedió en una película hasta con lujo de detalle?). Si estás emocionalmente estresado, tu cerebro literalmente va a repeler la información.
4. Vuelve a ver lo del mismo día.
Cuando aprendes algo nuevo, trata de seguir de nuevo los puntos aprendidos el mismo día. Si esperas unos días y luego tratas de esforzarte en recordar el material, éste se vuelve mucho menos familiar.
Sin embargo una pequeña revisión más tarde en el día ayuda a fortalecer la información grabada en el cerebro para que así, en la siguiente sesión “oficial” de estudio, vas a reconocer lo que lees y va a parecer más simple.
5 Usa la exageración.
¿Por qué un bateador de baseball calienta oscilando con dos o tres bats? ¿Por qué los corredores a veces se ponen cinturones de peso en sus piernas? En ambos casos, la exageración en la práctica hace que el resultado final sea más fácil. Este concepto puede ser aplicado al estudiar lo que sea. Por ejemplo, si estás estudiando gramática, exagera los sonidos de las letras para ayudarte a recordarlas. Por ejemplo, “camión” se pronuncia “Camino”. Si te acostumbras a utilizar esta exagerada pronunciación, la manera correcta de pronunciar esa palabra se nota más clara y es más obvia.
6. Prepara tu ambiente de estudio.
Si requieres ciertos elementos en tu ambiente que te ayuden a estudiar, trata de siempre darle prioridad a ellos. Por ejemplo, ¿Necesitas una luz especial, silencio, música, privacidad, comida, etc.? Presta atención en lo que funciona para ti y repítelo cada vez que estudies para obtener un mejor resultado.
7. Respeta el “Desvanecimiento del Cerebro”.
Es normal que tengas un índice de desgaste y que olvides cosas. ¡Esto no significa que eres un estúpido! En vez de enojarte acerca de esta realidad, deberías esperar que sucediera y lidiar con ello de manera correcta. Mira tu cerebro como capas de depósito para el aprendizaje. Mientras más información hay en la parte superior, las capas inferiores se vuelven más viejas y menos accesibles para tu recuerdo inmediato. El truco es que simplemente releas. Como podemos anticipar el desvanecimiento de nuestra memoria, creando un aspecto de releída a nuestra sesión de estudio solucionará nuestro problema. Una cada dos o tres sesiones de estudio, relee el viejo material que todavía vayas a necesitar recordar. Muchas veces, una pequeña revisión es suficiente. A veces, una completa sesión de estudio detallada para recordar el viejo material es requerida. El “desvanecimiento del cerebro” es completamente normal (a menos que tengas el don de memoria fotográfica, que es extremadamente raro).
8. Crea una rutina de estudio.
Generalmente, si es que pones en tu agenda un horario para estudiar al día, vas a entrar en una rutina y lograrás aprender más. Si sólo lo “metes” durante el día, lo más probable es que nunca va a haber un tiempo. Una manera efectiva de hacer esto es literalmente marcarlo en tu agenda o calendario, como si tuvieras una cita, como si fueras al doctor. Por ejemplo “Martes 3-4:30 P.M. – Estudiar.”
9. Ponte metas razonables.
Una de las razones principales por las que las personas no logran sus metas es porque se las ponen muy altas. Si tu meta es un poco más manejable, incluso si se ven muy simples, vas a entrar en el hábito de lograrlas y poco a poco podrás lograr metas más altas. También reconoce la diferencia entre metas a corto y largo plazo. Pon tu visión en el sueño a largo plazo, pero tu actividad día a día necesita estar enfocada exclusivamente a tu meta de corto plazo, permitiendo escalones hacia la de largo plazo.
10. Evita el enemigo de la frustración.
Irónicamente, mientras más rápido sea el sistema nervioso de una persona, más rápido aprenden. Sin embargo, esta rapidez del sistema nervioso también funciona a raíz del tiempo en ser crítico de ti mismo. ¡Y ellos son los que piensan que no están yendo lo suficientemente rápido! En contraste, el “Tipo B”, persona menos intensa, que aprende más lento, se acepta más, y termina aprendiendo el material en un tiempo más pequeño de tiempo. Esto es porque ella no gasta energía bloqueándose, deprimiéndose y pensando que no son lo suficientemente buenos para eso – ellos simplemente siguen moviéndose hacia delante a un paso más lento pero desbloqueado.

Bibliografía:
Artículo por Howard Richman de Sound Feelings Publishing,
Tarzana, California.
howardrichman@soundfeelings.com
Munodogestal

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