martes, junio 22, 2004

Carta a mi Padre

Mi padre

Anoche cene con él, ayer fue el día del padre, y si bien para mí todos los días son su día, todos los días lo llamo para ver como esta, se que tengo que ir más seguido a verlo, el me extraña yo también, pero esta vida loca nos da y hay veces nos quita esos pequeños placeres de sentarse junto a nuestros seres queridos y ver como el amor fluye, sin un palabras solo sentirnos cerca.

Mi padre es un hombre de bien.
Uno hombre que la vida lo golpeo de pequeño se le llevo a su madre, lo criaron sus tías, el internado de Mercedes y la calle misma, hicieron de él un hombre de bien, ese hombre que siempre esta dispuesto a darle una mano sincera, fuerte, una mano que aguante cualquier cosa.

Mi padre es un hombre de bien.
El nos enseño a mis hermanas y a mí a caminar derecho por la vida.
Nos enseño que la verdad es la mejor forma de vivir la vida, que aunque de vez en cuando duela nada jamás remplazara el haber hablado con la verdad.

Mi padre es un hombre de bien.
El nos enseño del amor, a la vida, a caminar con fe en Dios, con fe en nuestros seres queridos.
El nos educo en la mayor libertad de todas, nunca nos poso horarios de llegada, nunca nos dijo esto, solo nos aconsejo, solo nos dijo su pareces y aunque a él le doliera el camino que tomáramos y aunque no estuviera de acuerdo, nos apoyaba y si las cosas no salíamos como nosotros pensábamos, él estaba allí para consolarnos, para apoyarnos nuevamente, para intentar que la pared que nos golpeo no fuera tan dura.

Mi padre es un hombre de bien.
El nos mostró el camino a seguir, un camino no dijo que no será fácil, que tendrá espinas, piedras, obstáculos por pasar, que tendrá cosas dulces como el dulce de leche y amargas como la mentira, la oscuridad, la discriminación, la injusticia.
Pero también nos dio las herramientas para poder caminar siempre sobre el camino, tener luz brillando y calor como el sol, no mentir, vivir con justicia, siendo lo más justas y equitativamente posible, no discriminar por nada, ni por sexo, ni por piel, ni por religión, todos nos enseño él somos iguales ante los ojos Dios, ante los ojos de nuestro prójimo.

Mi padre es un hombre de bien.
El nos dio la mejor educación que pudo, y hoy a mis 36 años se que dio la mejor educación de todas, pues él junto con mi madre, nos dieron las herramientas del trabajo, las herramientas de lucha, de pasión, de vivir la vida con la frena en alto.

Mi padre es un hombre de bien.
A él la vida lo golpeo mucho, se le llevo a sus seres queridos sin compasión, la vida le dio también dos sus grandes esos sustos en que la muerte pasa de visita, y si uno no es fuerte como lo es el, deja de ser una visita para transformarse en despedida.
Pero él lucho y lucha, lucha pero él, por nosotras, por su mujer nuestra madre, por sus 5 nietos que lo adoran. Lucha por vivir, lucha con fe, lucha con esperanza, lucha de frente por y con la vida.

Mi padre es un hombre de bien.
El es el mejor padre del mundo, porque es mí PAPÁ
A vos PAPÁ mi amor, mi entera gratitud por enseñarme hacer una Mujer entera y derecha, una mujer que vive con fe, esa fe que solo vos me enseñaste y me enseñas cada día.

Mi gratitud por haberme dado las herramientas para vivir, para construir, para amar, para sentir.

Mi gratitud por haberme dado la Vida, y seguir viviendo juntos, todos juntos la Vida.
Gracias PAPA, por ser mí PAPÁ.

Tu hija Loli.